La presencia y consistencia del moco cervical o flujo vaginal sufre una serie de alteraciones durante el ciclo menstrual. Al observar los cambios en el fluido cervical, se puede predecir la ovulación, o sea, el momento más fértil para concebir un bebé.
Uno de los propósitos del moco cervical durante la ovulación es mantener los espermatozoides en un medio sano y facilitarles el movimiento a través del cérvix. Lógicamente, habrá un aumento en el moco cervical en la ovulación, así como un cambio en su textura, se vuelve más claro, resbaladizo y elástico, similar a la clara de huevo.
Usando los dedos limpios, o si lo prefieres, papel higiénico, puedes examinar el líquido cervical. Antes de la ovulación, no en los períodos fértiles, experimentarás una sequedad o falta de flujo. Poco a poco, al acercarse la ovulación, el moco cervical se incrementará, y la consistencia se hará cada vez más pegajosa y de color blanquecino, amarillento o turbio.
Justo antes de la ovulación, el fluido cervical aumentará considerablemente, será semi-transparente, resbaladizo, como clara de huevo. Esto indica que se está en el período más fértil y la ovulación se está llevando a cabo en ese momento.
Si encuentras que el moco cervical no llega a la consistencia de clara de huevo, existen en el mercado algunos lubricantes que ayudan a los espermatozoides a llegar felizmente a su tan ansiado destino.
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